lunes, 6 de abril de 2009

Bestia y figura hasta la sepultura.

Llego a la fiesta de cumpleaños de un hombre con el que he tenido dos o tres encontronazos de buen alcohol. Se me acerca y me dice:

-¡Chiquita! ¡No sabía que venías! Y ahora está aquí mi novia, si hubiera sabido no la invito - completamente en serio, lo dice. 
-¿Qué crees que eso que me estás diciendo es un halago? - le pregunto.

Y el pobre ya no contesta.

Dos días después me habla para disculparse por su machista y terrible actitud.

- Perdóname por lo que te dije, de verdad. Yo sí sé que tú no eres ese tipo de chica.
-¿Qué tipo de chica? - le pregunto.

Y de nuevo no  contesta, seguramente porque,  por segunda vez, siente su patita metida hasta el rincón más profundo de su anatomía.

Pobres bestias. Lo siguen siendo hasta en la redención. 

7 comentarios:

Pequeña Capitali$ta dijo...

jajajajaja NO te ayudes compadre!!!

descafeinada dijo...

jesus christ! literal: calladito te ves más bonito.

Isabel dijo...

definitivamente hay hombres (y mujeres) que sirven para muuuuchas otras cosas, menos para hablar con ellos.

Dr. Mille Miglia dijo...

jjajajajajaja que animal, bueno yo de que me quejo, no tengo conectada la boca con el cerebro jijiiij

Jesús González dijo...

Jajajajajaja.

Caray, hasta a mi me dió pena.

. dijo...

jojojojojojojo, ni como ayudarle la vdd, saludosss!!

UG dijo...

jaja... que pendejo. Shaaaleeee